Ahora sé que tú también eres vulnerable,
que aún soy capaz de hacerte arder,
que mi cuerpo no es el único
que grita nuestros nombres al amanecer.
Ahora sé que no estoy sólo,
que has caído y seguirás haciéndolo
mientras yo
voy cayendo al otro lado de la pared.
Ahora sé que no soy el único
con una herida en la mirada,
que lo extraño es recuperar el mordisco
que le hundimos al porvenir,
lo extraño es sentir que te sigues moviendo
mientras soy yo el que ha aprendido a mover los pies.
Ahora sé que tú también (a veces) te sientes incompleta,
y eso es suficiente para que yo (a veces) me sienta parte de ti.