El Príncipe de los Gatos

El Príncipe de los Gatos

sábado, 3 de septiembre de 2016

Chica de la ventana

Hoy salí al balcón de nuevo con la sonrisa tuerta
ese balcón que está harto ya de verme desprendiendo cristales
por no acordarme de incendiar inviernos,
y te vi,
embelleciendo cortina
reflejando sueños
recordando sombras
alejando miedos.

Allá,
a una farola de distancia
de poder
serlo
todo.

Y yo
aquí sentado
pensando en cómo apedrear el tiempo para que se pare
y pueda seguir soñando con que al segundo siguiente
me mires,
me desarmes,
soñando con rescatarte de todo aquello que no te deje respirar.

Salí al balcón y volví a verte
chica de la ventana
y por un momento pensé que los cristales se hacían pájaros
que volaban hacia a ti
para llevarte el mensaje de este naufrago sin mar
que nunca dejó de ahogarse en sus propias palabras.

Pero tú mirabas a la nada
seguramente recordando otros labios cicatriz
con otras historias pasado
y otros ojos olvido.

Y yo
aquí muriendo
sabiendo que podría hacerte feliz si quisieras
mirarme.

Pero no estás
no existes.
Te imagino cuando necesito huir,
o escribir
que es lo mismo,
y no me importa
que seas aire en mis pulmones
o aliento en mi mirada
que te resistas a aparecer atravesando cristales
como quien invade un país lanzando flores por los fusiles.

Porque sé
que lo mejor de este amor poema
es que tiempo no lo entiende
realidad lo ignora
y muerte
no lo puede.