El Príncipe de los Gatos

El Príncipe de los Gatos

lunes, 25 de enero de 2016

Matemática del silencio


A lo mejor un día le dices un par de frases
y es suficiente,
ahí está la magia,
como hace un actor,
la magia está en saber manejar los silencios,
porque el silencio
a veces
es necesario.
Las palabras también
a veces
sobran,
y el ruido
en cambio
siempre deja rastro.
Lo importante es comprender
que aún en silencio
seguimos cogiéndonos la mano,
mirándonos con deseo,
hablándonos con el resto del cuerpo.
Lo importante es comprender que somos 2
cuando podríamos elegir ser 0.

domingo, 17 de enero de 2016

A pesar de las balas


Absténganse mujeres de doble filo,
estoy harto de cortarme cada vez que me abrazo
a un casi
un ojalá
o quizás más
un puede que menos.
Estoy cansado de bailar con la duda
esperando a que me pise los pies,
que me haga despertar de este insomnio,
en el que parece que todos duermen menos yo.
Quiero salir volando de esta ciudad
y llegar allá donde estés.
Seas quien seas,
estés donde estés.
Que seguro que será mejor que esta tormenta muda,
este silencio que lo pinta todo del color de la lluvia
y no te deja respirar.
Seguro que hoy te dejas caer en otros brazos
llenas de música otros labios
y sales a correr sin saber la que se avecina.
Seguro que hoy sueñas con comerte el mundo,
aprender a volar
y dejar atrás el pasado.
Yo sueño con encontrarte,
con comerte entera
con pasado y con presente,
pero sin futuro,
para no darnos miedo,
para no acabar huyendo al primer desliz.
Imagino que hoy sueñas con un mundo mejor
y mientras
yo
sueño contigo.
Sólo querría que el día que vengas
te dejes el cuchillo guardado en casa,
que vengas sin chaleco antibalas
dispuesta a ser tiroteada,
que dejes atrás las trincheras y salgas a campo abierto.
Yo ya estoy esperándote aquí fuera
a la vista de todos los francotiradores
con un buen puñado de arañazos en la espalda.
Y no voy a esconderme
no vaya a ser que pases por delante
y no te vea.
Tan sólo te pido que si sales a buscarme
lo hagas con los brazos abiertos
con las uñas limadas
y sin ganas de ganar esa guerra que aún no hemos empezado.
No te olvides que quiero ser tu aliado,
tu compañero de armas
el que sostenga nuestra bandera en mitad de la batalla.
Quiero
que a pesar de las balas
seamos capaces
de no matarnos en el intento.

domingo, 10 de enero de 2016

Descubrirás


Descubrirás que sigo siendo aquel niño
que jugaba a buscar un hada
hasta en los rincones donde decían
que la magia había muerto,
que sigo encendiendo velas
en aquellos lugares 
de los que nunca me he marchado,
que soy capaz de volverme cada vez más cuerdo
con cada locura
que logro arrancarle a la vida.

Y no es coincidencia haberte encontrado
en Madrid,
ni que te llames como te llamas,
ni que sonrías como sonríes,
ni que seas capaz de embellecer un poco más esta ciudad
cada vez que decides ponerte a escribir
o cada vez
que abres la boca.

Desde que sé que existes de verdad,
he descubierto que tengo 
un motivo más 
para dejarme llevar.

Y es que arrancar locuras
o encender velas
o buscar la magia
se han convertido en obligación
desde que sé que estás
ahí
esperando a que los relojes decidan darnos
otra oportunidad.

Descubrirás que el tiempo corre a mi lado
pero que si queremos 
podemos pararlo.

miércoles, 6 de enero de 2016

El viaje


Al alzar la mirada
he visto el mapa que cuelga en la pared,
y como un torbellino de pensamientos
de esos que llegan sin avisar,
he empezado a pensar dónde iría contigo.

A ser piratas surcando el viento
con la experiencia como equipaje
y cien botellas de ron en el bolsillo.

A cazar borracheras en ciudades
donde esté prohibido ser feliz,
perdernos en todos los graffitis 
que nos muestren que la poesía sigue respirando,
cruzar a nado todas las tormentas
que nos quieran
embestir.

A descubrir algún dios pedido en Babilonia,
regatearle una sonrisa a todas las estatuas
y una mueca a la palabra porvenir.

Redibujar con nuestros dedos en el aire
la masacre de los inocentes, el guernica, 
y todas las historias que queramos cambiar.

Escribir un poema en cada puerto,
y dejar un beso decorando todas las aceras que nos tienten los pies.

Naufragaría contigo en todos los desiertos
a buscar una lámpara mágica
para rechazarle después todos los deseos.

Haríamos castillos de nieve en cualquier volcán que se atreviera a estallar.

Te llevaría a bailar en todos los escenarios vacíos
para que los teatros siempre estuvieran llenos.

Te cogería de la mano
y te lanzaría al aire
para hacerte volar y que descubrieras el camino.

El mejor sendero que nos hiciera 
olvidarnos del olvido.

Luego bajo la mirada,
veo mi cama,
y vuelvo a replantearme todos los destinos.

lunes, 4 de enero de 2016

Aleatorio


Ahora que sé quién eres
ojalá te hubiese dedicado
algo más que una conversación borracha
o unos versos a destiempo.

Que parece que ha venido el azar a reírse
una vez más de mí,
poniéndome delante un tesoro
con manos de mujer
palabras de musa
y labios de carmín deshecho
en tinta roja.

Dicen que la magia está en las pequeñas cosas,
yo creo que la magia está en esas casualidades
esas vueltas de campana que hace el destino
para ponernos en el sitio correcto,
y luego
el muy cabrón se queda quieto
esperando a que demos el siguiente paso,
ese salto al vacío
ese derrape sin freno
ese disparo certero que acaba con todo,
nunca
te
deja
ganar.

Has llegado como un día más,
como una noche más,
como esa copa de más que nunca te llegas a tomar.
Ese chupito que lo desborda todo,
esa tormenta que hace volar un bar.
El número aleatorio elegido para jugar
y que siempre dispara a matar.

Dime tú si no tengo razón,
si no eres suerte,
si no eres un motivo más
que me da Madrid para buscarla en todos los mapas.

Y es que sólo me faltaban unos ojos así
para acabar de enamorarme de esta ciudad.

Esta loca de cemento y poesía,
esta enferma de amor e insomnio,
este hogar de hambre de letras,
de espejismos en las aceras,
este desierto colmado de oasis
colgando de las caderas
y la sonrisa entrecortada de sus poetas.

Me he vuelto perseguidor de tus abismos,
un elemento perdido
entre tu silencio
y mis gemidos.

Admirador del dibujo de tus dedos en el aire
y de tus maullidos poéticos 
en mis oídos.

Qué rabia darte una versión a medias,
una locura deshilachada entre cervezas,
qué rabia darte un poema
cuando te habría dado

la noche entera.