El Príncipe de los Gatos

El Príncipe de los Gatos

domingo, 19 de junio de 2016

Quimeras

Vete!
Largo de aquí!
Verte en el horizonte me hizo comprender que no eres nadie
que andas sólo por obligación del ser,
sometido por tu propia condición indeleble.
Verte me hizo entender que adorarte me hacía más pequeño
y yo
siempre he sido de cosas grandes
enormes
colosales
gigantescas
rescatadas del puño al aire
del grito que enloquece
del polvo que renace
del amor que siempre vuelve
como el veneno del escorpión que corroe tus sienes languideciendo a cada paso suyo tus miembros más fuertes.

Verte fue encontrarme el vacío de frente y querer volar
como el ave que se sabe enjaulada
tras unos barrotes construidos a base de comodidades y conformismos,
jaula de espejismos y quimeras adornando con mesura los corazones de valientes
de niños que se negaron a crecer
de mujeres que olvidaron cómo postrarse
de hombres que nunca supieron cómo ser hombre
porque los hombres de hoy no lloran
ni maúllan como gatos asustados.
Ellos gritan
luchan
resisten
sobreviven
cuando sobrevivir está sobrevalorado.

Y te consume...

Y te consume...

Miedo estéril que te reproduces en cada duda que atraviesa el norte
en cada brújula rota en la memoria esperando resurgir en otros labios
en otro deseo
en otro orgasmo
en otros alientos surcando el espacio.
Te veo
tiemblo
y pienso
que todo se hace añicos en tus manos humeantes,
que todo acaba cuando vences
y se derrumban ciudades enteras cuando te veo pasar entre bares
en esas miradas que lo dicen todo y no hacen nada
te veo en posibilidades convirtiéndose en imposibles
en cuerpos derrotados tras el último alarido de libertad.

Te veo en todo aquel que dice "no se puede"
en borracheras internautas
en soledades compartidas
en deseos estrellándose en cervezas.
Te veo anudando lágrimas a kilómetros de distancia
saboteando ilusiones escondidas en papeleras
en corazones rotos buscando la última pieza
en tequieros que no se sienten
y en mañanas que nunca llegan.

Y yo
que lo único que quise fue ser libre
acabé viendo mis anhelos colarse por el desagüe.
Pero entendí que la libertad no se consigue escribiendo poemas contra el miedo
sino luchando cada día
para seguir siendo
tú.

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