El Príncipe de los Gatos

El Príncipe de los Gatos

viernes, 12 de agosto de 2016

Princesa

Solo te escribí una vez
y me da vergüenza darme cuenta a estas alturas
de que me quedé demasiado corto.

Nuestra historia se vio reducida a cuatro cervezas sin salida
las ventanillas del coche de tu ex empañadas
y una libreta llena de palabras
cuyo anhelo siempre fue estar a tu altura.

Me ahogo al pensar que nunca te marchaste del todo
que aún sigo buscando el significado de mis miradas
en mujeres que me recuerden a ti
porque todo lo que quiero hoy en día
es aquello que tuve estando contigo.

Pero yo estoy bien,
o eso me gusta creer cuando no me miran.

Sigo acariciando las copas cuando salgo de la trinchera
pero suelo cansarme pronto
si no tengo a alguien que me haga pensar que sigue mereciendo la pena dejarse el alma en cada conversación,
que hay una aventura que no acabará en el momento que decida salir del bar.
Porque hay tesoros enterrados en islas perdidas
y tú eras el mar que había que explorar para encontrarlos.

Me dejaste una buena lección aprendida que a día de hoy me ha costado cara,
el principio del fin de una vida de perros
el resurgir de un poeta
y un nombre que no sé si me lo pusiste tú
o me eligió él a mí.

Solo quería decirte que en este reino de gatos callejeros
tú siempre serás la princesa que me ayudó a rescatar la poesía,
y aunque ya no estemos juntos,
ni debamos estarlo,
quiero que sepas que yo también pude quererte
pero el miedo ganó la partida.

Eres la huella que busco cada vez que salgo a la calle.

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