El Príncipe de los Gatos

El Príncipe de los Gatos

domingo, 17 de julio de 2016

Yo quería llamarme Antonio

Yo quería llamarme Antonio,
y recitarle por la radio
los poemas más hermosos
a la mujer más hermosa del pueblo.
Labrar la tierra con el sudor 
como único testigo de mi sacrificio.
Construir el futuro
con esas manos
que saben lo que es desgarrar el llanto.

Yo quería llamarme Antonio,
y buscar una sonrisa en las tinieblas.
Declararle la guerra a la guerra
usar como escudo mis poemas
y fusilar la victoria de cualquier bando
que se atreviera a luchar.
Luchar,
en la barra de un bar
contra el tiempo gastado
pensando en los demás derrotados de la vida.
Pensar,
que vale la pena perder
si así descubrimos que somos mejores personas
bailando
que empuñando el odio.
Amar,
amar a mi familia por encima de todo
de mí mismo y de todo lo que podría haber sido
y que no quise ser, porque tenerlos cerca
era el mejor regalo que jamás llegaría a tener.

Yo quería llamarme Antonio,
y que mi cuerpo oliera
a romero y tomillo machacado,
que mi camisa nunca estuviera abrochada
para poder respirar despacio
y que mis manos fueran verdes
como el esparto recién cortado.

Yo quería llamarme Antonio,
como mi abuelo
si eso significaba vivir en su cuerpo.
Si así podía convertirme en parte de él
para seguir dándole aliento a su recuerdo.

Tener su pelo blanco inmaculado
sus ojos azules como el mar encabritado,
sus pies, su pecho, sus brazos fuertes como el cemento.

Despertarme cada día sabiendo que soy mejor persona,
que gracias a mí hay otros pies que siguen corriendo
otras bocas que enseñan
otros ojos que aprenden
otras vidas que sueñan.

Y de tanto querer llamarme como mi abuelo
acabé siendo él mismo
casi sin saberlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario