Rendirse nunca fue una opción
y lo hicieron todo para hundirnos.
y lo hicieron todo para hundirnos.
Nos dijeron que éramos unos raros
unos aprovechados
muertos de hambre
sinvergüenzas
incluso nos llamaron terroristas.
unos aprovechados
muertos de hambre
sinvergüenzas
incluso nos llamaron terroristas.
Nos dijeron que no valíamos,
que no hacíamos nada nuevo,
que el arte había muerto,
nos dijeron que ya no había público,
ni salas, ni festivales, ni escuelas.
que no hacíamos nada nuevo,
que el arte había muerto,
nos dijeron que ya no había público,
ni salas, ni festivales, ni escuelas.
Nos dijeron que éramos pocos,
los últimos supervivientes de una civilización siempre en crisis
y que al final la crisis nos llevó por delante.
los últimos supervivientes de una civilización siempre en crisis
y que al final la crisis nos llevó por delante.
Nos dijeron que nadie nos avalaría,
que el juego se acabó,
que no hacíamos falta en el mundo.
Que nadie nos querría ver jamás.
que el juego se acabó,
que no hacíamos falta en el mundo.
Que nadie nos querría ver jamás.
Pero nunca entendieron que nosotros no lo hacíamos
por dinero
o fama
u orgullo.
por dinero
o fama
u orgullo.
Sino por amor a la vida.
Porque entendíamos que una vida sin juego
era una vida perdida.
era una vida perdida.
Y todavía seguimos jugando.
Jugando a vivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario